Ahí va otra fábula, chicos, para que extraigáis la moraleja.
Obligada por la sed, una hormiga bajó a un manatial, y arrastrada por la corriente, estaba a punto de ahogarse.
Viéndola en esta emergencia una paloma, desprendió de un árbol una ramita y la arrojó a la corriente, montó encima a la hormiga salvándola.
Mientras tanto un cazador de pájaros se adelantó con su arma preparada para cazar a la paloma. Le vió la hormiga y le picó en el talón, haciendo soltar al cazador su arma. Aprovechó el momento la paloma para alzar el vuelo.
no lo pillo bueno seguire mirando
ResponderEliminarYo creo que es que si tu ayudas a alguien, luego te ayudaran a ti.
ResponderEliminarMuy bien, Agnès, se refiere a que hay que ser agradecidos
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